Caminando
voy por la calle,
Veo a la
gente que pasa a mi lado,
Indiferentes, incapaces de bondad,
Pasan de
largo, si es posible mejor se cruzan de
calle.
Voy
sucio, mi ropa, si es que puede llamarse ropa,
Son harapos
viejos, curtidos, rotos,
Reflejo la
miseria humana,
Soy un ser
pobre miserable.
Como
yo, tengo varios compañeros
convivimos
momentos de reflexión,
parece
mentira, hacemos chistes,
nos reímos, si somos seres humanos.
Hoy estoy
en la indefensión, caído, mal,
Pero antes
no fue así,
Era otra
persona, con sueños,
Con ansias
de vida, deseos de triunfar.
De niño
tuve mis padres, eran buenos,
hasta que
pudieron me apoyaron,
fracasaron, envejecieron y murieron,
Yo
luche, pero al fin no pude y aquí estoy.
De
noche, busco donde recostarme y dormir
El
cansancio y el hambre
Me vencen y
me duermo,
Aunque a
veces paso la noche en vela.
Que extraño
pero a veces sueño
Con mis
padres, con una novia que tuve,
Sueño con
amigos que no fueron amigos,
y un vez
soñé que el diablo me llevaba.
Si la vida
es difícil, es dura,
Como será
en mi desgracia,
Cuando
talves al final del día,
Me toca
dormir sin probar ningún bocado.
De noche
cuando me toca dormir,
Es terrible
cuando llueve,
Con un
pedazo de cobija encima,
Y sentir el
agua y el frío que congelan mi cuerpo.
Esos días
de lluvia son horribles,
Los
rayos, los truenos, el viento,
Es triste estar
en medio de una tormenta,
Y no tener
donde meterse, mas talvés que el alero
de un techo.
Tengo un
par de zapatos viejos
Que
encontré en el basurero,
Uno ya casi
no tiene suela,
Y en el
otro se me salen los dedos.
Ando
mechudo, y barbón,
De la pobreza
he perdido los dientes,
Estoy
enfermo, me duele mucho la cabeza,
Miro con
dificultad y casi no oigo.
Cuando miro
a la gente,
Busco con
esperanza
Un acto de
bondad, un acto de amor,
Pero no
pierdo las esperanzas.
En
Dios, claro que creo en Dios,
Tengo
seguridad que mi calamidad es pasajera,
Como somos
pasajeros en esta tierra irredenta,
debe haber
algo bueno cuando mi Dios me llame.
A veces
pido comida, o agua en algún hogar,
A veces
personas hurañas me regalan algo,
Pero lo
hacen como que me tuvieran miedo,
Sabiendo
talves que soy inofensivo.
Deben tener
razón,
Un día me
mire en un espejo,
Y en verdad
que mi aspecto da miedo,
Pero en
verdad no soy mala persona, nunca lo he
sido.
Estoy
cansado, viejo y triste,
Es
posible que pronto muera,
No se quien
me enterrará,
Algún alma
de Dios se apiadará.
Cuando
muera, será mi día,
No he sido
mala persona, creo y confío en Dios,
Y mi alma
pasara a la vida eterna,
y ya este
mendigo no tendrá mas sufrimientos.
Y en esa
nueva vida me encontrare
Con mis
padres, viejos amigos,
Pero ya
como Angeles,
Nuestra
felicidad alabar al señor.
Dicen que
por nuestra fe, y nuestros actos
Seremos
juzgado para ir al cielo o a la muerte,
Yo espero
ver en el cielo a todos,
A los
indiferentes también, de mi parte les
perdono.
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